Puede que no siempre lo demuestren, pero lo más probable es que tu hijo(a) o un joven a tu cargo quiere que te intereses por su vida.

Asegúrate de que sepan que pueden "molestarte" con lo que les agobie.

Mi hijo tiene pensamientos suicidas. ¿Cómo puedo ayudarle?

Enterarse de que su hijo está pensando en el suicidio puede ser aterrador y abrumador para un padre o cuidador. En primer lugar, mantenga la calma. Y tómese en serio sus sentimientos.

  • Anime a su hijo a que le cuente por qué está pensando en el suicidio. Escuche sin desestimar ni juzgar sus sentimientos.
  • Agradézcales su sinceridad. Anímale a hablar de las razones por las que se siente así. Diles: "Siento que sientas este dolor. Busquemos ayuda y aprendamos más juntos".
  • Da prioridad a la seguridad. Saca cualquier arma de tu casa y guarda bien las cuchillas, la cuerda y los medicamentos. No los deje solos. Más información en: https://strivingforsafety.org/
  • Un niño o joven que tenga pensamientos suicidas debe ser atendido por un profesional de la salud mental. Pídeles que desarrollen un Plan de Seguridad con tu joven y que lo compartan contigo.
  • Según tu criterio sobre la urgencia de la situación, también puedes llevarlos directamente a urgencias.

Llama al teléfono de ayuda en caso de suicidio y crisis 988 en cualquier momento (24 horas al día, 7 días a la semana) para obtener ayuda de inmediato. Obtenga más recursos.

Mi hijo(a) me ha dicho que su amigo(a) está hablando de suicidio. ¿Cómo puedo ayudarle?

Tranquiliza a tu hijo diciéndole que ha hecho lo correcto. Puede que sienta que está traicionando la confianza de su amigo(a), pero necesita saber que, en realidad, puede salvarle la vida.

  • Averigua más sobre la situación y sobre lo que su amigo(a) ha dicho o hecho. ¿Tiene tu amigo(a) algún plan concreto?
  • Si puedes hablar directamente con su amigo(a), hazle saber que estás ahí para escucharle y ayudarle. Si es posible, ponte en contacto con sus padres o profesores.
  • Llama al teléfono de ayuda en caso de suicidio y crisis, el 988, en cualquier momento (24 horas al día, 7 días a la semana) para que te asesoren sobre cómo proceder.

En el colegio de mi hijo me han dicho que les preocupa que pueda estar deprimido. ¿Cómo debo iniciar la conversación con mi hijo para averiguar si tiene pensamientos suicidas?

A veces los jóvenes dudan en acudir a un padre o cuidador para contarle sus problemas porque temen molestarle. Dedica tiempo para hablar cuando puedas prestarles toda tu atención.

  • Comparte las preocupaciones de su profesor y cualquier cambio de comportamiento que hayas observado.
  • Pregunte directamente a tu hijo(a): "¿Estás pensando en el suicidio?" o "¿Estás pensando en acabar con tu vida?".

Hacerle preguntas no le meterá la idea en la cabeza. Puede que tu hijo(a) se sienta aliviado de que hayas tomado el tema para hablar.

¿Cuáles son las señales de advertencia del suicidio?

Y recuerda:

  • Las señales de advertencia aparecen de diferentes maneras. Seguro que sabes lo que es esconder tu dolor: los niños y los jóvenes también lo hacen. Pero es importante asegurarnos de que sepan que nunca son una molestia, que sus sentimientos son reales y que cuentan con apoyo si lo necesitan.
  • Incluso si el joven parece estar bien, mantén la conversación. Dedica tiempo a preguntarle por sus sentimientos, a comprobar cómo se encuentra y hazle saber que siempre estás ahí y que puedes escucharle sin juzgarle. Más consejos aquí
  • Confía en tu instinto. Si algo no te parece bien o si percibes una o varias señales de alarma -especialmente si son nuevas, van en aumento o están relacionadas con un suceso doloroso-, mantén una conversación y pregúntale directamente si está pensando en el suicidio. Sigue leyendo para encontrar temas de conversación y ayuda adicional.

Pero, ¿cómo sé si mi hijo adolescente es sólo un adolescente... y cuándo debo preocuparme?

Lo sabemos, puede ser difícil distinguir la diferencia.

Si respondes afirmativamente a alguna de estas preguntas, deberías tener una conversación con el joven de tu vida, especialmente si el comportamiento es nuevo, ha aumentado o parece estar relacionado con un acontecimiento doloroso, una pérdida o un cambio:

1

¿Han perdido los jóvenes el interés por actividades como la escuela, los deportes, los videojuegos, los pasatiempos o salir con los amigos?

2

¿Algún cambio drástico de humor?

3

¿Están enfadados, agitados o irritables de una forma que parece fuera de lugar o de contexto?

4

¿Están inusualmente cansados?

5

¿Algún descuido inusual de su aspecto personal?

6

¿Se sienten tristes, inútiles o desesperanzados? Esto podría manifestarse como una preocupación por las letras de canciones que sugieren que la vida no tiene sentido.

7

¿Se quejan con frecuencia de dolores de cabeza, de estómago o de fatiga?

8

¿Ha notado cambios en el apetito? ¿Cambios drásticos de peso, anorexia o bulimia?

9

¿Han estado regalando pertenencias que les importan?

Quiero hablar con ellos. ¿Por dónde empiezo? ¿Cómo rompo el hielo?

Al principio de la conversación:

  • Busca un lugar y un momento para hablar.
  • Escuche activamente: oiga de verdad lo que le dicen.
  • Pregunte sobre los comportamientos que ha observado.
  • Asegúrate de que tus preguntas sean abiertas, en lugar de sí o no.
  • Si tu hijo está callado, puede que esté pensando qué decir. Acomódate al silencio y dale tiempo para pensar.
  • Mantenga la calma y no reaccione.
  • No te preocupes por que las palabras sean exactas.

Se podría decir...

"Quiero que podamos hablar de todas las cosas, incluso de las que nos cuesta decir en voz alta. ¿Cómo te van las cosas?"

Durante la conversación:

  • Aunque lo que digan te moleste, céntrate primero en sus necesidades, no en tu propia respuesta.
  • Valida sus sentimientos y hazles saber que estás orgulloso de que lo compartan contigo.
  • Sé sincero y admite que no sabes algo.
  • No presiones. Puede que tu hijo insista en que está bien. No insistas en demostrarle lo contrario, porque eso podría hacer que se cerrara en banda.
  • Lo más importante es preguntar directamente: "¿Estás pensando en el suicidio?"

¿Preguntar por el suicidio les mete la idea en la cabeza?

No. Según las investigaciones, preguntar sobre el suicidio no hace que la idea pase a la mente del joven. De hecho, hablar abiertamente del suicidio muestra a los jóvenes que no es tabú. Crea un entorno seguro para que hagan sus propias preguntas y expresen cómo se sienten.

Prepárate emocionalmente por si te dicen que sí.

¿Y si dicen que sí?

  • Que no cunda el pánico. Mantén la calma. Si ven que entras en pánico, puede que se cierren y dejen de compartir.
  • Agradézcales su sinceridad. Intenta decir: "Siento que sufras tanto. Veamos qué podemos hacer para solucionarlo. Quiero ayudarte. Busquemos ayuda y aprendamos más juntos".
  • Anímale a hablar de por qué se siente así. Escucha sin desestimar ni juzgar sus sentimientos.

A continuación, dé prioridad a la seguridad:

  • Pregúntales si tienen un plan sobre cómo y cuándo suicidarse. No se trata de darles ideas, sino de saber en qué fase del proceso se encuentran para poder crear un entorno seguro.
  • Pregunta si los pensamientos son intrusivos/no deseados, o si tienen la intención de hacerse daño.
  • Saque cualquier arma de su casa y guarde bien las cuchillas, la cuerda y los medicamentos. No deje a este joven solo. Más información sobre cómo crear un entorno seguro en: strivingforsafety.org
  • Llévalos a un profesional de la salud mental, que debería crear un plan de seguridad, que incluirá estrategias de afrontamiento y personas/lugares a los que llamar cuando sufran un dolor emocional o una crisis. Pide formar parte de este plan y que lo compartan contigo.
  • Ponte en contacto con su centro de estudios para que formen parte del equipo de apoyo a tus jóvenes.

Si cree que se trata de una situación urgente:

Llama juntos al 988 Suicide & Crisis Lifeline.

Si tu comunidad cuenta con uno, acude a un centro de estabilización de salud mental sin cita previa, donde se dispone de apoyo para ayudar a tu hijo adolescente a superar su crisis inmediata y planificar los pasos siguientes.

También puedes llevarlos directamente a urgencias si te preocupa mantenerlos a salvo en casa.

¿Puedo confiar en que líneas de crisis como el 988 darán a mi hijo el apoyo adecuado?

  • El 988 Suicide & Crisis Lifeline está abierto 24 horas al día, 7 días a la semana y es 100% gratuito. Está disponible tanto en inglés como en español. El 988 existe desde hace casi 20 años y cuenta con profesionales de la salud mental y voluntarios que han dedicado su vida a ayudar a los demás.
  • El 988 es atendido por consejeros cualificados y experimentados que han recibido una amplia formación. Todos los centros de crisis 988 deben cumplir normas estrictas que se basan en los conocimientos más actuales y las mejores prácticas para ofrecer intervenciones por teléfono y a través de chats y mensajes de texto.
  • El orientador mantendrá una conversación con su hijo para entender mejor cómo le está afectando su problema , ofrecerle apoyo y compartir con él los recursos que puedan serle útiles.
  • También hay otras opciones, como Teen Line, una línea de crisis entre iguales. Visita nuestra página Consigue ayuda para obtener más información.

Me han dicho que no, pero sigo preocupada. ¿Qué debo hacer?

  • Recuerda que es útil que mantengas esta conversación. Demuestra que te preocupas por su bienestar.
  • No presiones. Puede que tu hijo insista en que está bien aunque veas señales de que no lo está. No intentes demostrárselo. Sé paciente y mantén abiertas las líneas de comunicación.
  • Ofréceles apoyo. Hazles saber que estás a su lado y escúchales sin sermonearles ni juzgarles. Asegúrate de que sepan que nunca son una molestia.
  • Mantente alerta. Presta atención a sus comportamientos y compruébalo regularmente.
  • Fomente los vínculos positivos. Ayúdales a mantener amistades y conexiones con sus seres queridos, y facilítales la realización de actividades que les gusten (como llevarles en coche a jugar al fútbol o llevarles al cine o a casa de sus amigos).
  • Fomentar habilidades emocionales sanas. Fomenta su resiliencia mostrándoles cómo afrontar el estrés, la ira y la tristeza.
  • Fomente el ejercicio. El ejercicio físico puede ayudar a reducir el estrés y la depresión. No tiene por qué ser de alta intensidad: el yoga y la atención plena pueden ayudar con la ansiedad y la distracción.

¿Cómo puedo mantener la conversación antes de que haya una crisis?

Aproveche los momentos cotidianos para hablar de salud mental. Si ves algo sobre salud mental en un programa o en las noticias, aprovecha para informarte.
Los adolescentes se abren cuando se sienten conectados, respetados y apoyados. Crea un entorno familiar en el que no se les juzgue, en el que no se minimicen sus sentimientos y en el que se afirme que lo que están viviendo es real.
Haz preguntas abiertas como "¿cómo te sientes últimamente?". Si te cierran la boca, sigue preguntando. Quizá puedas hablar de cómo tu familia ha hablado (o no) de salud mental.
Pregúntales regularmente por sus aficiones, amigos y estudios. Si muestras interés cuando las cosas van bien, será más probable que compartan tus experiencias cuando las cosas se pongan difíciles.
Pasen tiempo de calidad juntos, haciendo cosas que les gusten o encuentren nuevos intereses que explorar.
Sé su animadora y apoya sus objetivos y sueños.
Profundice en las conversaciones, en lugar de limitarse a hablar de las tareas cotidianas.
Recuerda: Sentirse apoyado por los amigos, la familia y conectado a la propia comunidad puede ayudar a prevenir el suicidio.
Aproveche los momentos cotidianos para hablar de salud mental. Si ves algo sobre salud mental en un programa o en las noticias, aprovecha para informarte.
Los adolescentes se abren cuando se sienten conectados, respetados y apoyados. Crea un entorno familiar en el que no se les juzgue, en el que no se minimicen sus sentimientos y en el que se afirme que lo que están viviendo es real.
Haz preguntas abiertas como "¿cómo te sientes últimamente?". Si te cierran la boca, sigue preguntando. Quizá puedas hablar de cómo tu familia ha hablado (o no) de salud mental.
Pregúntales regularmente por sus aficiones, amigos y estudios. Si muestras interés cuando las cosas van bien, será más probable que compartan tus experiencias cuando las cosas se pongan difíciles.
Pasen tiempo de calidad juntos, haciendo cosas que les gusten o encuentren nuevos intereses que explorar.
Sé su animadora y apoya sus objetivos y sueños.
Profundice en las conversaciones, en lugar de limitarse a hablar de las tareas cotidianas.
Recuerda: Sentirse apoyado por los amigos, la familia y conectado a la propia comunidad puede ayudar a prevenir el suicidio.

¿Hay ciertas cosas que pueden ayudar al bienestar a largo plazo de mi hijo?

Para el bienestar a largo plazo de tu hijo(a), ayúdale a crear hábitos saludables como:

Dormir lo suficiente
Comer sano
Agua potable
Actividad física

Aprender a manejar el estrés y a utilizar herramientas de autocuidado también les servirá para toda la vida. Ver más habilidades de afrontamiento aquí.

Y lo que es más importante, asegúrate de que tu hijo(a) sepa que puede "molestarte" siempre que tenga algo en mente. Y luego asegúrate de escucharle.

¿Es mi hijo demasiado pequeño para hablarle del suicidio?

Puedes hablar de salud mental y suicidio a edades tempranas, teniendo en cuenta la necesidad de utilizar un lenguaje apropiado para la edad de tu hijo (consulta nuestros consejos más abajo). Mantener estas conversaciones abiertas antes de una crisis puede ayudar a prevenirla o a hacerla más llevadera.

Confía en tu instinto: si percibes una señal de alarma -especialmente si es nueva, va en aumento o está relacionada con un acontecimiento doloroso-, es hora de mantener una conversación.

Cómo hablar del suicidio con...

A esta edad, lo mejor es ser sincero sobre el tema. Sin embargo, hay que evitar dar demasiada información para la que el niño pueda no estar preparado. Permita que su hijo dirija la conversación con sus preguntas y evite dar la impresión de que el suicidio es algo en lo que los niños no deben pensar ni hablar. Es importante recalcar que el suicidio no es una solución a los problemas, que siempre hay otras opciones y que la mayoría de la gente busca ayuda.

En la escuela secundaria, muchos jóvenes habrán experimentado emociones aterradoras y complicadas. Inicie la conversación preguntándoles qué han oído sobre el suicidio. Corrige cualquier información errónea y pregúntales claramente si tienen pensamientos suicidas o si alguno de sus amigos ha hablado de ello. Quieres que sepan que es seguro ser directo y que hablar de salud mental y suicidio está bien. Los preadolescentes o "preadolescentes" están lidiando con muchos factores estresantes en sus vidas, así que asegúrate de hacer muchas preguntas de seguimiento que les animen a seguir explorando sus pensamientos y sentimientos, y acostúmbrales a hablar de sus estados de ánimo y sus luchas. Hazles saber que todo el mundo se siente triste o decepcionado a veces, y que siempre hay ayuda.

Es probable que su hijo conozca a alguien con problemas de salud mental. Hágales saber que los problemas de salud mental son comunes y tratables, y no un signo de debilidad. Haz hincapié en que siempre pueden hablar contigo y en que hay ayuda disponible.

A esta edad, los adolescentes quieren que se les trate como a adultos, están dispuestos a explorar los pros y los contras, y ansiosos por evaluar críticamente y formar sus propias conclusiones. Haz preguntas que muestren que les respetas y evita una conversación unilateral que parezca más un sermón.

No te apresures a corregir su punto de vista o sus modales; en lugar de eso, céntrate en la escucha activa y las preguntas abiertas. Los adolescentes responden mucho mejor a un diálogo de toma y daca. Da respuestas sinceras y realistas a sus preguntas. También puedes ofrecerles información nueva que puedan asimilar y utilizar para alimentar su propia perspectiva y creencias.

Cuando un adolescente tiene 14 años o más, el riesgo de suicidio ha aumentado considerablemente. Asegúrate de que saben qué hacer si ellos o alguien que conocen tiene pensamientos suicidas, como informar rápidamente a un adulto de confianza o llamar al 988 o a otras líneas de crisis. Ayúdales a entender que ser un amigo de verdad significa no guardar secretos que puedan llevar a alguien a la muerte. Asegúrate de que conocen recursos de apoyo como el 988 para ellos y sus amigos.

Culturalmente, en mi familia no se habla mucho de salud mental. ¿Cómo puedo cambiar eso?

  • No hablar de salud mental es habitual en muchas familias y culturas, y esto tiene que cambiar. Aunque es posible que usted no haya tenido la oportunidad de hablar de salud mental mientras crecía, puede dar esta valiosa oportunidad a su hijo.
  • El primer paso para acabar con el estigma es empezar a hablar. No es fácil, pero no pasa nada por sentirse incómodo. Sólo tienes que intentarlo. Quizá puedas empezar reconociendo que no hablabas de salud mental cuando eras pequeño y que quieres romper este ciclo.
  • Estás en esta página por una razón: para apoyar la salud mental de tu hijo y prevenir el suicidio. Al hablar de ello, estás haciendo saber a los jóvenes de tu vida que tienen personas a las que pueden acudir -sin vergüenza ni vacilación- cuando necesitan ayuda. Les haces saber que no están solos.

Mi hijo(a) ha intentado suicidarse. ¿Qué puedo hacer para ayudarle a seguir adelante?

Como padre o cuidador, puede que no haya peor pensamiento que la posibilidad de perder a su hijo(a) por suicidio. Hazles saber que está ahí para ellos y, lo más importante, que sepas que no estás solo en el apoyo a un joven bajo tu cuidado.

He aquí algunas formas de apoyar para tu hijo(a):

  • Anímales a hablar del intento si quieren, pero no les presiones. Mantén abiertas las líneas de comunicación.
  • Queremos que sepas que la curación tras un intento de suicidio va a llevar tiempo, al ritmo de tu hijo(a).
  • Busca un profesional de la salud mental con el que tu hijo(a) se sienta cómodo(a).
  • Desarrolla y apoya el plan de seguridad de tu hijo(a). Un plan de seguridad identifica las estrategias de afrontamiento y las personas y los lugares que pueden ofrecer apoyo.
  • Comunícate con tu hijo y déjale claro que estás ahí para escucharlo y apoyarlo pase lo que pase.

Asegúrate también de cuidarte mientras afrontas este estresante acontecimiento.

Los jóvenes cuentan cómo pueden ayudarles sus cuidadores

Cómo iniciar la conversación con los jóvenes a su cargo